La Primera División discutió anoche los problemas de inseguridad registrados en tres de los cinco estadios. El caso que más fue debatido fue el juego Alianza-Águila.
El presidente de FAS, Rafael Villacorta, adelantó que pidieron que el juego del sábado por la noche contra los albos sea declarado de "alto riesgo".
"Queremos evitar problemas y por eso será de alto riesgo el partido del sábado a las 7:00 de la noche contra Alianza", comentó Villacorta.
En Alianza, los problemas no sentaron bien. El presidente Lisandro Pohl mostró su rechazo a través del programa "El Desempate" por Radio 102nueve.
"Es algo que nos debe avergonzar a todos. Estamos totalmente en contra y como equipo pedimos las disculpas porque se escapa del control".
En cuanto a las amenazas de muerte que se escucharon frente al camerino de Alianza, por parte del jefe de la Ultra Blanca, Menfis Rodríguez, Pohl dio su posición: "Esperaría que no (sea una amenaza) y que es cuestión de las calenturas del partido. Dudo que sea algo serio y producto de la frustración de los aficionados".
Postura de la Primera
Ayer se pactó una reunión entre representantes de los equipos con la comisión de seguridad en los estadios que se realizará hoy a las 6:30 p.m., con el comisionado Roberto Villalobos y miembros del comité ejecutivo de la Fesfut.
Una medida que no se descarta implementar es la suspensión del estadio Cuscatlán para juegos de Alianza cuando sea local. Sin embargo fue una sugerencia.
El representante de Águila ante la Primera, Levis Orellana, contó que "no hay capacidad disciplinaria en la Liga para castigar a un equipo. Ninguno de los aquí presentes (directivos) está justificando las acciones, pero estamos preocupados. Hasta el momento no se cuenta con el informe arbitral".
Para Ernesto Allwood, representante albo, "en cuanto a la Liga estamos consternados con lo sucedido".
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